Psicoanálisis individual
Una persona solicita asistencia psicológica cuando los sentimientos de angustia generan imposibilidad de vivir y de concretar los proyectos de vida. Pueden presentarse como miedo, soledad, dificultades con la pareja; problemas en el trabajo, imposibilidad de disfrutar la vida. También puede suceder que se padezcan obsesiones, inhibiciones varias, que obstaculizan los vínculos; malestares somáticos recurrentes; entre otros.
El psicoanálisis se desarrolla conversando con el terapeuta sobre los problemas emocionales ya conocidos, padecidos y que la persona ya intentó resolverlos por cuenta propia y no lo ha logrado. La notable diferencia entre una charla con un amigo y un terapeuta, son los fenómenos emocionales emergentes y el trato de los mismos.
Con el terapeuta se “vuelve a pensar” en los sucesos considerados dolorosos con la intención de una novedosa comprensión de los mismos, y en pos de hallar nuevas significaciones. También otorga la posibilidad de re-plantearse a sí mismo/a la posición ante la vida, los conflictos, los vínculos, los deseos.
El objetivo a lograr es hacer conciente (saber, conocer) los síntomas que son mudos pero efectivos sobre las conductas. Entender porque se repiten; qué componente desconocido lleva a la persona a armar vínculos similares que proporcionan sufrimiento, cuando lo que se busca es el placer, investigar en profundidad porque esos deseos tan anhelados, son tan difíciles de realizar. Son algunos de los fenómenos psíquicos a analizar.
Se tiene en cuenta el fenómeno transferencial: los sentimientos que se generan en el curso del tratamiento y que recaen sobre el analista, como una forma de recordar (ya que el recuerdo directo está interferido). También se analizan los sueños, las fantasías, los actos fallidos.
- Se trabaja durante 60 minutos, en día y hora a convenir.
- Se puede realizar en forma presencial o a distancia (desde cualquier parte del mundo).
